El B.A.S revoluciona el tratamiento de la obesidad.
El Balón Ajustable Spatz™ es considerado por los especialistas como el dispositivo intragástrico del siglo XXI. Sus características únicas lo convierten en el método no invasivo más eficaz y seguro para el tratamiento de la obesidad.
En 1986 nació el balón intragástrico tal como lo conocemos hoy en día, de forma esférica, elaborado con silicona y rellenado con suero fisiológico. El balón intragástrico se ha convertido en la técnica no invasiva más eficaz para el tratamiento de la obesidad. No obstante, a lo largo de estos casi 25 años de experiencia en la colocación del balón intragástrico, los endoscopistas han ido detectando algunas características mejorables del modelo tradicional. En 2004 el Dr. Jeeffre Brokks de Nueva York, inició el desarrollo de un nuevo dispositivo intragástrico que mejorará el balón intragástrico tradicional. Hoy, después de 6 años de exhaustiva investigación, el Balón Ajustable SpatzTM (B.A.S) ya es una realidad.
¿En qué se diferencia el B.A.S del Balón Intragástrico Tradicional? 1. Es ajustable, lo que significa que es posible modificar el tamaño y volumen del balón a lo largo del tratamiento, adaptándolo a las necesidades específicas de cada paciente. 2. Mayor pérdida de peso. Con el balón tradicional, se pierde el 80% del peso en los tres primeros meses de tratamiento, a partir de aquí, el estomago va recuperando la sensación de apetito y en los tres meses siguientes se pierde el 20% del peso restante. Con el B.A.S., se puede modificar el volumen y tamaño del balón a criterio del médico, recuperar de nuevo la sensación de plenitud gástrica pérdida y continuar los siguientes meses con pérdidas de peso similares a las de la primera fase. 3. El balón ajustable presenta además más tolerancia y menos rechazos, ya que, si un paciente siente molestias importantes tras su colocación y no se adapta bien, es posible reajustar su tamaño y evitar así la extracción prematura del dispositivo. 4. Gracias a su sistema exclusivo de anclaje espontáneo, el B.A.S es más seguro. Aunque el dispositivo perdiera todo el líquido su sistema de fijación no quirúrgica, impediría que el balón migrase a través del duodeno y quedaría alojado en el estómago, siempre al alcance del endoscopio. 5. Por su diseño único, el B.A.S es más fácil de utilizar para el médico y, por lo tanto, hace más seguro tanto en el proceso de colocación como el de retirada.
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